Cine chileno: “Teresa”
Por Lilian Soledad Pérez –
Transgresora, sátira, culta, hermosa, aristócrata, elegante… poetisa. Teresa Wilms Montt fue una artista que no fue comprendida por la sociedad chilena de principios del siglo XX. Es que ser diferente al resto de las mujeres simplemente porque decía lo que sentía y defendía sus ideales, provocó que su familia la condenará duramente por sus infidelidades.
Es importante destacar que esta película pertenece al género femenino y su directora, Tatiana Gaviola, lo refleja en la sutiliza de cada escena. También es valorable que esta cineasta chilena haya realizado una ardua investigación, antes de llevar a cabo el film.
La cinta relata la biografía de la escritora durante sus últimos 10 años de vida, desde que conoce a su esposo, Gustavo Balmaceda, hasta su muerte en un París de 1921. Así todos los acontecimientos que va experimentando la protagonista van dejando una huella que va calando profundamente su alma, sensible y directa.
Primero es enclaustrada en contra de su voluntad en un convento, pero con la ayuda del poeta chileno Vicente Huidobro logra escapar. Posteriormente ambos viven un romance en Buenos Aires, donde la escritora es reconocida y logra la publicación de algunos de sus libros.
En Argentina conoce a un médico porteño que se suicida por amor a ella, producto de eso Teresa decide ir a Nueva York. Al final concluye quedarse en Madrid, donde convive con muchos artistas de la época.
Luego nuevamente gracias al poeta Vicente Huidobro, logra reencontrarse con sus hijas en París. Pero lamentablemente su esposo le impide su anhelo y su vida culmina tristemente.
Francisca Lewin reencarna perfectamente el papel de la castigada artista, porque logra plasmar el dramatismo en las escenas más complicadas. Sin embargo el film es algo lento, lo que podría cansar al espectador y no logré captar la tragedia de “Teresa”.