Nueva erupción del Volcán Marapi en Indonesia
En sólo nueve días se ha producido una nueva erupción del Volcán Marapi, en Indonesia. El mismo se encuentra ubicado a unos 400 km al sudeste de la capital, Yakarta. Con sus 2.911 metros de altitud, es el volcán más activo de Indonesia. En sus faldas viven miles de personas.
El volcán suele entrar en erupción cada 10 o 15 años y en 1994 causó la muerte de 5.000 personas.
El 27 de octubre pasado el Marapi entró en erupción mientras el país estaba enfrentando las consecuencias de un tsunami que se produjo a causa de un terremoto de 7.7Mw y ocasionó al menos unos 272 muertos, 412 desaparecidos y 4.000 desplazados. Debido al humo y las rocas incandescentes fallecieron al menos 38 personas y cerca de 50.000 tuvieron que ser evacuadas, mientras que las autoridades tuvieron que crear un perímetro de seguridad de 10 kilómetros de radio en torno al volcán.
Una semana después de esa primera erupción el volcán comenzó a lanzar nuevamente columnas de humo y rocas incandescentes. Las nubes de gas caliente alcanzaron un radio de 4 kilómetros en torno al volcán. Y quizás cuando nadie se lo esperaba, el 3 de noviembre ocurrió la tercera erupción y la más fuerte de acuerdo a la Agencia de Investigación Vulcanológica y Desarrollo Tecnológico de Yogyakarta. Debido a esto se tuvo que ampliar el radio de la zona de peligro a 15 kilómetros y se tuvieron que trasladar los refugios. Funcionarios de las regiones indonesias adyacentes al volcán manifestaron que si la situación no era declarada como “desastre nacional” los fondos para los refugiados se agotarían en tan solo cinco días.
Para ese entonces unas 70 mil personas se encontraban en los centros de evacuación alejados de la ladera del volcán y el presidente Susilo Bambang Yudhoyono anunciaba que visitaría a los damnificados de la”Montaña de Fuego”.
Hoy el volcán se hizo sentir nuevamente y se estima que las víctimas ascienden a 100. Los equipos de rescate consideran que el número de muertos aumentará ya que no han podido acceder a algunas aldeas que se encuentran en llamas o cubiertas de cenizas humeantes.
Los heridos están siendo atendidos en un centro médico de Yogyakarta mientras que en un pequeño hospital de Branggang recibe desde hoy los cuerpos sin vidas de los aldeanos.
Nuevamente se amplió el radio de seguridad, en esta oportunidad a 20 kilómetros y se ordenó abandonar el área a todos los residentes. Sin embargo esta es una situación complicada ya que son muchos los residentes que ignoran el perímetro de seguridad; ancianos o campesinos que no quieren dejar sus casas, sus cultivos y sus ganados. Con el objetivo de lograr que estas personas se marchen y no corran peligro de vida el presidente indonesio ha asegurado que el Gobierno cubrirá los gastos originados por la muerte del ganado.
El Marapi es sagrado para los aldeanos y una vez al año llevan ofrendas para que se calmen los ánimos del los espíritus de la montaña que habitan en su interior, de acuerdo a la superstición.
El aeropuerto internacional de Yogyakarta permanece cerrado y las vuelos que lo tienen como destino se desvían a la ciudad de Solo. La columna de ceniza asciende a una altura de al menos 4 kilómetros por encima del Monte Merapi.
Surono, el vulcanólogo más destacado de Indonesia ha dicho que no pueden predecir el comportamiento del volcán ya que “es mucho peor que otras veces”, dijo.
La actividad del volcán podría prolongarse meses y las víctimas podrían seguir en aumento si no se respetan las normas que prohíben la circulación dentro del perímetro de seguridad.